Jesse (Richard Gere), un impetuoso ladrón de coches con varios delitos a sus espaldas, se dirige a Las Vegas para encontrarse con Mónica (Valérie Kaprisky), una joven francesa estudiante de arquitectura de la que está enamorado. Accidentalmente, durante el camino, Jesse asesina a un policía, por lo que a partir de entonces ambos vivirán un tormentoso romance siempre acosados por la policía.