'Esta temprana versión de la historia de Juan Moreira fue producida en Rosario por el periodista Enrique Queirolo, con un importante elenco de extracción teatral. Como apuntan Fernando Irigaray y Héctor Molina, el film "se inscribía en la tradición de Nobleza Gaucha, primer gran éxito cinematográfico nacional, que expresaba las preferencias populares. Sin alcanzar trascendencia tan espectacular como este film, El último centauro también fue un éxito de público, el más importante de las producciones rosarinas. Basado casi fielmente en el personaje de Eduardo Gutiérrez, retoma de alguna manera las versiones que hacían los legendarios hermanos Podestá en el picadero del circo. Así, el film se va estructurando a lo largo de su desarrollo con una correcta narratividad, donde no se omiten los recursos más genuinos del discurso cinematográfico'.