España, 1961. La vida en el pequeño pueblo de Torrelobatón, en la provincia de Valladolid, se puso patas arriba cuando el mágico circo cinemático de un futuro blockbuster de Hollywood, producido por Samuel Bronston, rebelde emperador de su propio imperio cinematográfico, llegó allí: sus habitantes se convirtieron en participantes y testigos del rodaje de «El Cid», una película dirigida por Anthony Mann y protagonizada por los míticos Charlton Heston y Sophia Loren. Esos días las leyendas cobraron vida.