Kintaro consigue entrar a trabajar en una empresa de animación, haciendo todo tipo de trabajos auxiliares. Allí trabaja también Chie, una de las chicas que da color a los dibujos. La empresa está haciendo una adaptación de un manga a película, pero andan escasos de tiempo, y encima los contratiempos surgen por todos lados. Cuando parece que no hay solución posible, Kintaro utiliza sus contactos en trabajos anteriores para agilizar la producción.