Tras un amable diálogo con Santiago Botero, Aracely cambia su percepción fatalista sobre el ciclismo y abre su mente a la posibilidad de que Rigo se convierta en un gran ciclista. Evaristo emborracha a don Rigoberto, aprovecha para hacerle firmar una hipoteca de la casa. Silvia trae a la casa a su nueva compañera Paola, todos quedan perplejos.